Líderes disruptivos humanistas; un paso adelante en la nueva normalidad empresarial
La actual pandemia por COVID-19 nos ha retado a romper paradigmas. Hemos sustituido la sala de juntas por la sala de nuestras casas, nuestros zapatos formales por tennis –en el mejor de los casos-, nuestro saludo de mano por saludo a distancia.
Nuestras funciones y necesidades personales, familiares y laborales nunca habían estado tan entrelazadas como hoy. La incertidumbre y el cambio drástico nos han orillado a reinventarnos y reinventar nuestros roles y organizaciones.
Resultado de esta crisis global, ha emergido un estilo de dirección del que ya se habla en los negocios; el liderazgo disruptivo humanista.
Se dice que estos líderes van un paso adelante en esta nueva normalidad empresarial, pero ¿qué es exactamente este modelo de dirección? El líder disruptivo humanista es el hombre o la mujer al frente de una organización o área funcional de cualquier sector que posee estas 3 cualidades:
1. Ser líder no es su trabajo sino su vocación
Ha superado infinidad de retos para llegar hasta donde está. Sabe que el poder de sus palabras y acciones conllevan una gran responsabilidad, y porque es consciente de ese don no lo percibe como un trabajo sino como su vocación, la cual atesora profundamente y por lo tanto busca enriquecerla y actualizarla constantemente.
En tiempos de crisis, como la actual, es solidario y empático con sus colegas y colaboradores. Esa disposición y congruencia inspira a los miembros de su equipo a mantenerse productivamente comprometidos con la misión de la organización.
2. Se reinventa y reinventa su entorno
Se le consdiera disruptivo pues más que ser proactivo ante los cambios, ES generador de transformaciones; crea, destruye y vuelve a construir.
Tiene la capacidad de reinventarse en los escenarios más cambiantes, como el que vivimos hoy. Entiende que la nueva normalidad se mueve en un entorno VUCA (por sus siglas en inglés volatility, uncertainty, complexity, ambiguity), de manera que se provee a sí mismo y a sus colaboradores de las mejores herramientas físicas e intangibles para prosperar en este entorno.
3. Está en un nivel superior de conciencia
El líder disruptivo humanista NO aplica la típica Pirámide de Maslow para motivar a su gente. No la versión antigua, sino la que el mismo Maslow actualizó antes de morir y en la que rectifica que la mayor necesidad humana no es la autorrealización, sino la autotrascendencia (self-transcendence).
La autotrascendencia significa elevarse sobre el yo, es decir, ir más allá de la propia identidad y comprender que somos parte de un todo mayor. Según Maslow, alcanzamos el nivel máximo de desarrollo humano cuando entendemos y actuamos bajo este complejo concepto que habita en nuestra espiritualidad -que no es sinónimo de religiosidad-.
Por lo tanto, este líder se auto concibe y concibe a sus grupos de relación –colaboradores, clientes, etc.- como seres humanos desde la visión más holística, es decir, como seres bio-psico-social-espirituales, por lo que busca contribuir a satisfacer sus necesidades en cada uno de estos cuatro ámbitos -directamente relacionados entre sí-, a través de programas de bienestar integral. Más aún en tiempos de pandemia como la presente que nos recuerda la fragilidad y finitud de nuestro cuerpo y la trivialidad de lo mundano.
Los que hemos tenido un hijo o un padre en el hospital o con enfermedad terminal, los que han atravesado un suceso traumático –como el mismo COVID 19- o se han embarcado en la travesía del autoconocimiento, saben bien a lo que me refiero.
Considerando lo que ya hemos vivido durante el confinamiento, así como las lamentables predicciones de contagios masivos en la nueva normalidad, los líderes disruptivos humanistas han incorporado en su argot algunos conceptos poco comunes en el ámbito corporativo pre-COVID, tales como:
Salud emocional, sentido de vida, empatía, espiritualidad, duelo, resiliencia, entre otros.
Y los están incorporando en sus organizaciones sin tapujos ni temores a ser considerados cursis o vulnerables, sino todo lo contrario; como líderes con la fortaleza y sabiduría que esta nueva era exige.
Es por todo esto que los líderes disruptivos humanistas están un paso adelante en esta nueva normalidad, pues van más allá de facilitar el home office o dotar de cubre bocas a sus colaboradores, están innovando en la forma de ejercer su vocación en una era empresarial que demanda líderes más humanizados que nunca.
¡Enhorabuena líderes!